Leyendo la prensa en la red, me encuentro con un hecho alarmante. Denuncian los estudiantes de Concepción que el pasado día 21 de julio, Carabineros detuvo al estudiante Recaredo Gálvez Carrasco, de 21 años. Este joven es Secretario General de la Federación de Estudiantes de las Universidad de Concepción, estudiante de Ciencias Políticas y Administrativas de la misma Casa de Estudios. Según la denuncia, Carabineros golpeó salvajemente al dirigente hasta dejarlo inconsciente. Luego, lo entregaron malherido al Juzgado de Garantía de Concepción y lo acusaron, para tapar estos hechos y como un burdo montaje, de homicidio frustrado a personal de Carabineros.
Según los estudiantes, ese día se manifestaron en apoyo a los pobladores damnificados de Dichato, que están pasado su segundo invierno en condiciones precarias. Cuando volvieron al Campus Universitario, los Carabineros estaba ya dentro esperándolos. Reprimieron a los estudiantes desde dentro del referido Campus, con bombas lacrimógenas, balines, piedras, gases, agua contaminada con elementos alérgicos y lumazos. Fue ahí donde detuvieron a Recaredo Gálvez, quien hoy está detenido en prisión preventiva en la cárcel El Manzano. La Fiscalía y el Poder Judicial esperan que al menos lo esté por tres meses y he leído en algunos medios que arriesga veinte años de cárcel. O sea, aún no se comprueba la acusación, en la que todo hace ver que es resultado de un burdo montaje y ya le esperan tres meses de cárcel; aún no hay un juicio en el que se presenten pruebas, y ya se habla de veinte años de cárcel. Creo que vamos demasiado rápido. La razón y la verdad es, a veces, muy difícil de dilucidar. Pero, en vista de los acontecimientos, creo que no hay que ser muy inteligente para hacerse una idea de lo que pasó. Prueba de ello es que, en la página de los estudiantes, en dos días, ya hay 37 organizaciones, entre centros de alumnos y federaciones de estudiantes secundarios y universitarios, de norte a sur del país, sindicatos de trabajadores, asociaciones de funcionarios del estado, colegios de profesores, grupos feministas, que dan su apoyo al estudiante detenido.
Después de ver en un programa de TV las filtraciones y manipulaciones que hace carabineros en las manifestaciones reivindicativas; después de ver en otro programa de TV cómo en dos semanas unos simples periodistas tenían identificados a los vándalos que van a las manifestaciones sólo a robar y a causar destrozos, y no así carabineros, que cuenta con toda la infraestructura para ello, incluso la de intervenir teléfonos. Después de eso, no me extraña que los estudiantes acusen de montaje la detención de uno de sus dirigentes máximos.
Y con todo esto, qué logra el Gobierno? Logra desviar el tema. Se seguirá hablando de vandalismo, de atentados y no del meollo del asunto, que son las reivindicaciones de los estudiantes apoyados por una gran parte de la población. Ahora, si se descubre que se trata de un montaje, logrará unir aún más a los estudiantes y a la población en sus anhelos de cambio de estructuras.
Desde la cárcel donde está recluido, el estudiante Recaredo Gálvez Carrasco ha hecho una declaración, dando su versión de los hechos. Creo que es necesario conocerla. Veamos parte de lo que dice:
Fui detenido luego de la marcha y duramente golpeado al interior del bus de carabineros, hasta perder la conciencia. Desperté, sentado y esposado y con burlas en mis oídos. No supe el motivo de mi detención, sino en la Comisaría, varias horas después.
Cuando estuve en el Hospital, el médico de guarda increpó a Carabineros por la gravedad de los golpes sufridos en mi cabeza. Él ordenó que se me hiciera escáner y toma de rayos X, todo ello esposado, por orden de los uniformados y acompañado por un subteniente de Carabineros. (Las esposas eran de propiedad suya). La preocupación de Carabineros se hizo evidente y trataron de sacarme rápidamente del Hospital. Un carabinero volvió acompañado de un médico distinto, sin identificación, quien se burló de la lucha estudiantil y dijo que lo mío no era nada y me recetó unos anti inflamatorios. Carabineros intentó que firmara una declaración del motivo de mi detención que se me indicó después de horas y en ese momento se me dijo que por atentado contra carabineros. No supe el resultado de mis exámenes.
Maltrecho como estaba se me hizo esperar largamente en la Comisaría y recién se me leyeron mis derechos. Se me preguntó recién de qué color era mi ropa, mientras un Carabinero iba diciendo las respuestas por teléfono y se me presionó para que declarara que usaba una capucha negra. Curiosamente en la posterior declaración del oficial que dice ser objeto de agresión por mi parte, dice textualmente lo que el Carabinero hablaba por teléfono en dicha ocasión.
Se indica además, detalladamente, que lancé al oficial una bomba Molotov, lo que es enteramente falso, pues jamás lancé tal objeto. En mi mochila “aparecieron” dos botellas de néctar, pero que no contienen restos de nada. En mi mochila no encontraron nada, porque no había nada. En mis manos no hay restos de sustancias incendiarias, porque jamás transporté ni lancé nada.
Si Carabineros mintió en un comienzo, ¿qué puedo esperar para el futuro de mi juicio?
Cómo no pensar que Carabineros decidió todo esto, es decir, mi caso, sobre la base de mis responsabilidades como dirigente universitario. Cómo no pensar en un ataque a los dirigentes identificados por ellos como los más entregados en pos del movimiento estudiantil. Cómo explicar la brutal golpiza a la que fui sometido y la sucia mentira que han organizado.
Lo que han hecho no es más que una forma burda de ocultar la desmedida fuerza represiva que está utilizando Carabineros, respaldados por el Gobierno, en contra de todo el Pueblo de Chile. Y en este camino de la vergüenza policial han decidido que soy responsable de homicidio frustrado. La falta de pruebas en mi contra les caerá como una piedra en sus caras y la justicia les dará el castigo que merecen por mentir y tenerme preso.
La jueza, por su parte, decidió que debo estar en prisión por ser un peligro para la sociedad. Parece que hoy es ser un ser humano peligroso ser capaz de defender causas justas mediante la organización colectiva y transparente. Es un peligro para esta sociedad opresora que nosotros abramos los ojos y seamos capaces de para la Educación, las poblaciones, los centros de trabajo. Parece que siempre será un peligro que los estudiantes develemos nuestra injusta y mala educación y luchemos por su cambio, que los trabajadores detengan sus trabajos por sueldos dignos y trato justo; que los pobladores se cansen de las migajas, injusticias y exijan una vivienda digna. Es un peligro para esta sociedad opresora que la educación, el trabajo, la salud, y la vivienda sean dignas y para todos. Es peligroso para la sociedad organizada por unos pocos que muchos pretenden crean un mundo nuevo.
Desde niño aprendí que es peligroso decir siempre lo que pienso y es más peligroso aún motivas a otros para que también lo hagan. Aprendí que para triunfar lo mejor es demostrar claramente lo insuficiente de este mundo opresor, ganando mediante el debate y la democracia directa.
Hoy, el sistema me demuestra una vez más lo peligroso que soy y lo hace de forma más violenta, con golpes, mentiras y cárcel, privándome de la gente y del Pueblo que me da fuerzas.
Pero no estoy inquieto ni tengo temor porque sé que soy solo uno más, sé que fuera de estos barrotes hay cientos mejores que yo, así como algunos acá adentro.
Sé que hoy mi nombre ha pretendido ser embarrado, pero las ideas que me hacen hombre libre no se alejarán de mi convicción cada vez más grande de luchar por un mundo mejor.