Uno de los argumentos más esgrimidos por los políticos chilenos para la creación de una licencia de conducir con puntos, es el resultado que ha dado este sistema en España. Sin embargo, tenemos que admitir que España no es Chile, sus leyes y costumbres son diferentes. En España las carreteras y autopistas son algo mejor que en nuestro andino país y, tema muy importante a la hora de sancionar: en España las municipalidades no se financian con el dinero recaudado por las multas de circulación. Tampoco se financian con el dinero recaudado por no ir a votar, o por no poner la bandera en la fachada de la casa en el día patrio.
Quizá, en vez de copiar el sistema español podríamos copiar el sistema alemán. Ahí la licencia de conducir no tiene puntaje y en las autopistas no hay límite de velocidad y, estadísticamente, hay menos accidente de transito. Pero… las vías de circulación están en muy buen estado y la educación de los conductores es diferente. En este caso, si copiáramos el sistema alemán, tendría que trabajar más el estado chileno, en arreglar la infraestructura vial y en educar mejor a los conductores. Copiando el sistema español, pasamos la pelota a los de siempre, el ciudadano común y su inagotable paciencia y su ancho bolsillo.
Hace unos años nos hicieron creer que con llevar la luz del coche encendida durante todo el día, disminuirían los accidentes, como en Suecia, dijeron los parlamentarios. Pero… Suecia tampoco es Chile. Ahí, en invierno, casi no hay luz natural en el día, distinto a la luminosidad chilena. Esa ley sólo ha permitido tener más motivos para sancionar a los conductores y para que ganen dinero los vendedores y los cargadores de baterías.
No estoy en contra de medidas que tiendan a disminuir los accidente automovilísticos y la mortalidad que trae consigo, pero si estoy abiertamente en contra de la hipocresía. Todos sabemos que en Chile no todos pagan ese peaje obligatorio que significan las multas de tráfico. Siempre hay amigos de amigos que se salvan del castigo. También sabemos que el Estado es el primero que tiene que cumplir con sus obligaciones, y tampoco lo hace.
martes, 14 de julio de 2009
jueves, 9 de julio de 2009
FELIPE SERVULO
Navegar por la web te depara sorpresas agradables. Revisando las páginas de mi pueblo y la de mis amigos, hoy me enteré de una noticia que me alegró el día. Hace sólo unas semanas atrás, a mi amigo Felipe Servulo le han otorgado el Premi Ciutat de Castelldefels 2009, distinción que recae sólo en aquellas personas que han destacado de manera relevante en actividades sociales o profesionales.
Conozco a Felipe desde hace más de treinta años, que se dice pronto. Hemos compartido muchas tardes de café y poesía. También hemos compartido labores políticas, solidarias y pacifistas.
Desde que lo conozco, lo sé un poeta, y no solamente por que escriba versos, sino por derecho de señorío lírico y por lo dulce y perfumado de su poesía. Hace unos años lo he descubierto como acuarelista y también me ha deslumbrado. Sin embargo, aparte de estas características, Felipe tiene otra tan apasionante como las anteriores. No sé si muchos de los que lo conocen y leen estas líneas la han disfrutado. Para los que no, se las cuento; salgan con Felipe a dar un paseo por el barrio gótico de Barcelona, en lo posible un día sábado o domingo, y déjense llevar por sus amenas explicaciones sobre todo lo que ven. Les aseguro que, aparte de aprender muchas cosas nuevas, lo disfrutarán. Eso sí, de hacerlo, les aseguro que terminarán el paseo en la Plaza de San Felipe Neri, su lugar preferido.
Es agradable saber que Castelldefels, su pueblo y el mío, honre su nombre con esta distinción.
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